En la ciudad de Masaya, específicamente en el parque central se encuentra una caseta donde día a día se reunen de 4 a 6 lustradores de zapatos, que ofrecen sus servicios a todos los ciudadanos que transitan la zona.
Don Roberto cano, un hombre de 56 años de edad, es uno de los lustradores con mayor trayectoria en la ciudad de Masaya, lleva ejerciendo esa labor desde hace 6 años, aunque inicialmente no era su profesión, tuvo que reinventarse para poder generar un ingreso económico a su hogar.
"Yo era zapatero, hacía zapatos artesanales en un taller, como nosotros los hacíamos desde cero y sin maquinas, yo realizaba de 3 a 4 pares de zapatos a la semana, cuando el taller cerró, tuve que convertirme en lustrador para seguir llevando dinero a mi casa". Expresó don Roberto.
El trabajo de don Roberto es el ingreso económico principal de su familia aunque no era su plan inicial, él cada día ejerce su labor con mucha dedicación y con la esperanza que cada día llevará el sustento a su hogar.
"Gracias a Dios tengo a mis clientes fijos y aunque aquí somos varios los que estamos haciendo lo mismo, siempre tengo clientes, yo trato de dar una buena atención para que sigan viniendo conmigo, y así seguir ganando el pan de cada día". Comentó Cano.
De lunes a sábados, de 4:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde, se encuentra en el parque central don Roberto, buscando ganarse el sustento del día.
A pesar de los avances y la modernización en productos para el cuidado del calzado, el oficio del lustrador, sigue estando presente en la sociedad, generando aún una fuente de ingresos que contribuyen a los hogares de las familias de estos hombres y mujeres trabajadores, y a su vez a la economía local de sus ciudades.
Este oficio también posee un gran valor histórico y cultural dentro de nuestra sociedad, porque a pesar de los años, aún se encuentra vigente generando una oportunidad laboral a quien lo necesite.
