El fenómeno es considerado uno de los más grandes de los últimos tiempos. Este tipo de eventos ocurren cuando el Sol lanza una gran cantidad de partículas cargadas al espacio, producto de erupciones en su superficie.
Si estas partículas alcanzan el campo magnético de la Tierra, pueden generar efectos visibles, como auroras boreales en lugares inusuales y provocar interferencias en diversos sistemas tecnológicos.
Entre los posibles efectos que evalúan los científicos, están alteraciones temporales en el funcionamiento de los satélites, sistemas de GPS, redes eléctricas y telecomunicaciones, así como posibles ajustes en rutas aéreas, especialmente en zonas polares.
Sin embargo, los científicos aclaran que aún se estudia la trayectoria y la intensidad con la que podría impactar.
Organismos como la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) y la NASA mantienen un seguimiento constante de la actividad solar y emitirán alertas si el fenómeno representa un riesgo concreto para infraestructuras esenciales.
Lejos de causar pánico, los expertos consideran que este tipo de eventos representan una oportunidad para profundizar en el estudio del clima espacial, un campo cada vez más importante en la era de la tecnología y la conectividad global.
Con información de: Vos TV