Los 133 cardenales electores tienen desde hoy 7 de mayo la responsabilidad de elegir al Papa número 267 para que dirija la Iglesia Católica teniendo como brújula la voluntad de Dios.
Este cónclave, que tiene lugar en la Capilla Sixtina, es el más grande y global de la historia debido a la gran cantidad de purpurados con derecho a voto y la diversidad de los países de origen.
Mientras los cardenales se reúnen en cónclave a partir de hoy, 7 de mayo, la Iglesia y todas las personas de buena voluntad están invitadas a rezar esta oración ofrecida por los Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna:
“Espíritu Santo, ilumina a la Iglesia en este momento, especialmente a todos los cardenales que llamas a participar en el cónclave. Concédeles sabiduría y santidad, para que todos cooperen con tu inspiración y guía al elegir al próximo Vicario de Cristo, tu siervo escogido. Por Cristo nuestro Señor. Amén”.
Entramos en una etapa de silencio. El silencio del corazón, el silencio de la oración de quienes estarán encerrados en el cónclave.
Oremos por aquellos que les corresponde decidir, para que se dejen influenciar de verdad por el Espíritu Santo.
En su mensaje, el Cardenal Porras pidió a los católicos de todo el mundo a unirse en oración por “aquellos que les corresponde decidir, para que se dejen influenciar de verdad por el Espíritu Santo, buscando qué es lo mejor, no sólo para la Iglesia, sino para el mundo entero.”.
Recordó que, en un contexto global marcado por conflictos, el papel del sucesor de Pedro es crucial: “La presencia de la Iglesia Católica y la presencia de lo que representa el Papa en un mundo lleno de conflictos se vuelve una esperanza hacia lo trascendental... la alegría y la esperanza en un futuro en lo trascendente”.
“Oremos con insistencia y lo hagamos con el corazón abierto para que sea lo mejor, no lo que yo quisiera, sino lo que realmente Dios quiere”, exhortó.
Dirigiéndose especialmente a sus compatriotas y a los creyentes de todo el mundo, el cardenal concluyó: “Hagamos un llamado a la oración... que no sea la curiosidad la que nos lleve a ellos, sino qué queremos de nuestros hermanos, qué queremos del otro... para que así podamos construir entre todos la fraternidad universal”.
ultimas palabras de nuestro cardenal Leopoldo Brenes
"Ya el día de mañana temprano me integro ahí a la casa de Santa Marta, donde estaré habitando el tiempo de El cónclave, así que les pido que nos tengan en oración a todo el colegio cardenalicio que, a poco a poco, pues se van integrando en sus habitaciones y el día de mañana con una celebración. por la mañana y luego por la tarde se tendrá ya las primeras sección de trabajo y de votación que el Espíritu Santo nos ilumine para que este mismo espíritu nos dé al vicario de Cristo a aquella personas adecuadas que puedan dirigir a esta iglesia por esos caminos del amor, de la misericordia, de la bondad, gracias de todo corazón. Y desde Roma, pues los bendigo en el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén."
Estas fueron las últimas palabras de nuestro cardenal Leopoldo Brenes Solorzano antes de dar inicio al conclave para elegir al 267 sucesor de San Pedro, un ritual guiado por el Espiritu Santo.